Tinc aqui una transcripció de la historia d'un vell imperi, en un univers llunyà anomenat Uni2. Potser es bona idea treure aquests vells pergamins, i escriure un final per aquesta historia. Aqui us deixo els documents que he pogut recuperar fins ara i encara en falta un mes...la ultima part...que es coneixerà aviat.
Crónicas del Imperio Zolteca
Inicios, Auge, Caída, Renacimiento, Caos, Paz…
Primera Crónica
Distinguida alianza Dkidanai,
Soy Kisame_elfos, Emperador del Imperio Zolteca, de la tercera galaxia, en el sistema 329. En esa localización reside mi hogar, el gran planeta helado llamado Vicente Rojo, en honor a uno de los más grandes militares de nuestro planeta, es un planeta que ha vivido mucho y muchas cosas. Mi cultura enseguida se proclamó heredera del planeta gracias a su gran tradición guerrillera. Y cuando empezamos a construir nuestras primeras naves empezamos a asaltar y a colonizar los planetas vecinos.
Empezó una gran guerra en nuestro sistema, y nosotros conquistamos 3 planetas del mismo. Aun así, ya ganada la guerra y pacificado el sistema, mi pueblo decidió salir a explorar galaxias y los guerreros lucharon contra todo tipo de enemigos, incluso se atrevieron a fundar unas polis al final del universo, allá en la galaxia novena que en poco tiempo se independizaron. Pero la gente que fue a vivir en esa nueva metrópolis, no eran guerreros, sino eran prisioneros de guerra, que los enviábamos allí pues había una superpoblación en nuestros planetas de la galaxia 3. Esos prisioneros de guerra eran civiles, por lo que en lugar de construir una flota poderosa, se dedicaron a la investigación, e incluso construyeron la famosa red de investigación para poder investigar mejor. Pero algo ocurrió. Nuestra gran flota recorría las galaxias atacando y huyendo después, puesto que nos habíamos ganado grandes enemigos. Y en una emboscada que nos tendieron, nuestro gran ejercito fue diezmado por millares de naves enemigas. Aparecieron de la nada cuando nuestras naves acababan de llegar para repostar y no pudimos hacer nada.
Ahora, años después de ese desastre, decidimos comunicarnos con la metrópolis de la galaxia 9 y adquirir sus conocimientos y su estilo de vida.
Ahora solo investigamos y nos preparamos para posibles ataques de nuestros enemigos.
Un imperio amigo me hablo de la existencia de una alianza muy poderosa, en la cual él estaba dentro, y decidí averiguar mas sobre esa alianza. Y aquí me tenéis, contando la historia de un pueblo guerrero, oprimido por los vencedores y en espera de poder volver a reconstruir nuestra antigua flota y ¡arrasar a nuestros enemigos!
Soy Kisame, un guerrero apaciguado.
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Segunda Crónica
Esto ocurrió en mi planeta natal, cuando empezamos a investigar las naves espaciales:
Yo estaba en mi despacho, mirándome unos diseños de motores que habíamos conseguido fabricar a partir de los restos de unas sondas que habíamos interceptado de un planeta vecino. Mi ayudante estaba en el ordenador, introduciendo datos y cálculos. De repente oímos una explosión. Me levante y mire por la ventana y vi extrañas naves sobrevolar mi querida capital zoltectichlan, la ciudad más bella jamás imaginada por cualquier dios.
Esas naves eran, sin duda hostiles, puesto que destruyeron nada más aparecer varios de nuestros lanzamisiles. Entre ellas, la mayoría cazadores ligeros y algún que otro cazador pesado, habían dos naves muy extrañas, nunca vistas para nuestra cultura. Eran naves poderosas. No como esos cazadores que habíamos combatido hasta ahora, no, eso eran auténticos Cruceros! Ni siquiera nuestro gran cañón de iones podía dañar alguno. empezaron a bombardear la ciudad, y el caos se extendía y yo no sabía qué hacer, estaba paralizado al ver como arrasaban barrio por barrio, calle por calle mi ciudad. Entonces mi ayudante me grito algo, no lo oí, no estaba ahí. Entonces una explosión cercana me despertó. Fui corriendo hacia el hangar del edificio, me monte en mi moto y con una escolta de dos cazas ligeros, fui hacia el refugio de la montaña Alepth, donde teníamos prototipos de armas que no sabíamos si funcionarían, o si usarlas sería un suicidio. Nada más llegar ahí, me subí a la nave comandante (un maravilloso Cazador Pesado, con la insignia de mi pueblo, nuestra bandera...nuestro orgullo y honor...nuestro TODO y le montamos el cañón mas nuevo, que ni siquiera había sido probado. Yo, al mando de esa nave, quería poner fin a tanta locura aunque me costara la vida.
-Motores encendidos, propulsores derechos y izquierdos en orden. Combustible al 90%, Energía al 85% y subiendo, armas cargadas y listas. Cañón en pruebas cargado y listo.
La voz sensual pero mecánica de la nave al verificar cada uno de los sistemas me puso más nervioso al oír el cañón en pruebas...ese cañón...
Lo encontramos cuando reciclamos unos escombros en el planeta vecino, al ser un cañón mas grande que el iónico, nos preguntamos para que serbia y decidimos reconstruirlo, pero no fue fácil. Y ahora, sin ni siquiera haber probado su eficacia, yo iba directo hacia esas dos naves, para sacrificarme por mi pueblo.
El cañón, según me informaban los científicos que lo habían reconstruido, lo que hacía era acelerar partículas a una velocidad sumamente elevada. Y habíamos puesto como balas un par de amasijos de hierro comprimidos que pesaban 5 toneladas cada uno. Teníamos para 3 disparos solo puesto que la nave no podía con tanto peso. Para poder despegar habíamos tenido que quitar mucho armamento ligero y todos los sistemas secundarios, puesto que sino la nave tendría demasiado peso y se estrellaría.
Íbamos derechos hacia esas dos naves, cuando un cazador pesado enemigo nos empezó a disparar. Ordene poner toda la energía en los escudos, porque nuestra misión era destruir a los Cruceros. Por suerte, nuestro cañón de iones de tierra aun estaba operativo y destruyo ese cazador. Entonces nos pusimos al alcance del crucero y desviamos toda la energía del cazador pesado hacia el cañón. Reducimos nuestra altitud por si caíamos que la nave con los escudos no se desintegrara en la caída, porque no sabíamos lo que ocurriría cuando disparásemos ese cañón. El crucero que teníamos delante nos lanzo un solo disparo. Solo uno y nos dejo a la deriva. ¡Esos cruceros tenían cañones de iones en su arsenal! Pero no me di por vencido y ordene disparar el cañón aunque eso supusiera nuestra destrucción.
Lo que paso después fue increíble. Un milagro diría yo. El cañón empezó a absorber energía y al disparar, nuestra nave tambaleo y tuvimos que hacer un aterrizaje de emergencia. Por suerte la nave no se destruyo al caer. Pero habíamos sido abatidos por nuestra propia arma...o eso creíamos hasta que miramos al crucero que teníamos delante. Tenía un hueco en la parte central y las explosiones se sucedían dentro de la nave. Y entonces estallo, en mis pedazos. Fue algo esplendoroso de ver.
Nuestro ejercito había conseguido diezmar a las hordas de ligeros y pesados y nuestro orgullo de tierra, el cañón de iones, había conseguido desactivar a la mayoría de cazadores pesados enemigos. El crucero que quedaba puso rumbo a la órbita y junto con lo que quedaba de su ejército, el capitán de ese crucero huyó. Estábamos tan felices! Celebramos nuestra victoria con una semana festiva, donde todas las ciudades rindieron honor a todos los soldados que murieron y a los que defendieron nuestra capital con su sangre y con el hierro.
Nuestros científicos tenían faena en estudiar cómo construir esos cruceros y en pocos meses ya teníamos 10 cruceros en nuestra flota. Nuestro ejército de tierra se doto de 100 unidades del cañón en pruebas que tanto nos ayudo, porque vimos que era muy arriesgado instalarlo en las naves.
mas adelante supimos que se llamaban cañones de Gauss, aunque desconozco la procedencia de ese nombre.
Ese día marco un hito, puesto que gracias al descubrimiento de los cruceros pudimos controlar nuestro sistema durante muchos ciclos, hasta que las modernas naves de batalla sustituyeron esos esplendorosos cruceros!
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Tercera Crónica
Kisame se disponía a subir a su Crucero de batalla para dirigirse al planeta Prieto puesto que unos disturbios habían sacudido el planeta a causa de que en ese planeta habían estacionado la flota del imperio y la población, enteramente civil y pacífica, se había negado a dar alojamiento a tantos miles de pilotos. Había empezado un mini-guerra civil en ese planeta y Kisame, se disponía a ir personalmente a sofocar esa rebelión. Atril, su mano derecha, iba en el destructor Imperial. Kisame aun recordaba como había servido el crucero al imperio durante ese ataque mortal y se sentía mas seguro en ese Cazador Pesado reconvertido en crucero que en el mejor de los destructores.
Navegaban por el espacio, aun les quedaban 15 minutos de viaje cuando una leve explosión en uno de los cazas escoltas alerto a toda la flota imperial. Una gran flota de origen desconocido había aparecido ante sus ojos sin ni siquiera verlas en el radar. La lucha fue un caos, pero la noticia que llego rápidamente a Prieto, consiguió que la población colaborara con los militares asediados y enviaron la flota entera hacia la zona de combate en ayuda del Emperador Kisame, aunque solo los generales sabían que Kisame comandaba el crucero. Los demás creían que se encontraba a bordo del Destructor Imperial. Así que fueron en ayuda los 1000 ligeros, 200 naves de Batalla y 100 cruceros que había en el planeta. Cuando llegaron, pocas naves quedaban ya. Solo quedaban 3 cruceros, 5 cazas pesados y el destructor imperial. Los asaltantes tenían unos 50 cazadores pesados y 20 cruceros...Vieron k 10 cruceros envolvían a los cazas pesados y los hacían añicos sin que pudieran hacer nada. Los generales no sabían que hacer, si ir a salvar a los cruceros supervivientes o rescatar el destructor imperial de otros 10 cruceros y 20 cazadores pesados. Y decidieron ayudar al destructor...pero cuando quisieron ir a ayudar al resto de lo que quedaba de la flota, a esos 3 cruceros capitaneados por el crucero imperial...este explosionó por el impacto de un destructor enemigo que acababa de aparecer.
El silencio se apoderó de todo el espacio y por unos instantes, el tiempo se paró. Atril y los generales fueron los únicos que comprendieron tanto dolor...Kisame iba en ese crucero y ahora...sus restos eran esparcidos por el espacio.
Y entonces lo declararon por los altavoces de toda la flota..."Nuestro emperador Kisame iba en ese crucero muchachos, yo...Acabad con ellos, no dejéis vida a vuestro paso! Ira y fuego!!!"
Avocados por la ira, toda la flota se lanzo a por los enemigos, embistiendo incluso las naves con el peligro que eso suponía pues al chocar los cascos podían explosionar ambas naves, pero les daba igual, iban directos hacia ese destructor. Solo pensaban en destruirlo y aniquilar a toda la tripulación enemiga. Entonces un numeroso grupo de cazas se lanzo al vacio y con gran estruendo y con ayuda de los cañones de las naves de batalla, consiguieron abrir brecha en el casco del destructor. Entraron a decenas. Incluso las tripulaciones de las Naves de batalla y de los cruceros cogían las pequeñas naves de salvamento e iban directos con su pistola a aniquilar al enemigo uno a uno. Entraban a las salas disparando como locos, matando sin mediar palabra, solo por venganza. Algunos tuvieron la sangre fría de hacer prisioneros, pero muchos de esos prisioneros no llegarían vivos a Vicente Rojo. Una vez vaciado el destructor, nuestros pilotos lo mandaron para que navegara rumbo al sol...con los comandantes y oficiales al mando dentro.
Al volver a Vicente Rojo, las bajas habían sido cuantiosas. 8000 muertos y el doble de heridos. 75 cazas ligeros, 20 cazas pesados, 5 cruceros (el crucero imperial incluido), 3 bombarderos y 2 naves de batalla habían sido destruidos.
Este suceso ocurrió mientras se celebraban las fiestas por el nombramiento de Kisame como Embajador de Dkidanai, y por eso mismo la flota había sido dada de permiso a un planeta un poco mas cálido.
Se detuvieron las fiestas y se empezó una semana de luto...donde la gente si quería podía ir a visitar el mausoleo vacio dedicado a Kisame. Un pedazo del casco de la nave con el símbolo del imperio pintado, antiguo símbolo de la primera alianza en la que estuvo, ocupaba el altar central.
Atril y los demás consejeros restaron en silencio mientras uno por uno, los dirigentes de cada uno de los planetas del imperio hacían acto de presencia para honrar la memoria del Emperador Kisame.
Poco después, fueron al castillo a debatir quien debía suceder a Kisame.
Todos miraron a Atril pero ella se negó, dijo que era demasiada responsabilidad para ella y recomendó su marido, el senador Krim, como sucesor. Muchos se opusieron, pero al final, Krim fue elegido como sucesor de Kisame. Krim era su hermano pequeño...pero no había heredado su temperamento ni su paciencia. Algunos decían que estaba un poco loco. En la ceremonia, Krim se dirigió al pueblo sobre el cual tenía que imperar.
-Krim: Señoritas, caballeros, es para mí un lúgubre honor suceder a mi hermano en tan aciagos momentos. Sé que muchos no me aceptáis públicamente, y también se que me consideráis un loco cualquiera...pero llevo la sangre de mi hermano, y aunque cueste creer que el imperio Zolteca vea mejores tiempos que los que vivió con mi hermano, os aseguro que luchare para que este imposible se haga realidad. La mente de un loco suele ser brillante, así que si me consideráis un loco, dejadme demostraros cuan brillante es mi mente!
Viva Kisame, Viva el imperio Zolteca y viva la alianza Dkidanai.
Ahora, Krim se dirige hacia el parlamento de Dkidanai, con un escribano que ha escrito esta historia para que todos la lean y sobre todo, para que desde Dkidanai lo reconozcan como nuevo Emperador de Vicente rojo y todas sus colonias y a rendir pleitesías para que el titulo de Embajador permanezca en las manos de la familia.
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Cuarta Crónica
Cuando Kisame murió, todos los enemigos fueron eliminados...no hubo prisioneros realmente, porque fueron ejecutados todos antes de llegar a Vicente Rojo, fue una masacre. Pero una pequeña flota formada por 2 cazadores pesados y 3 ligeros consiguieron escapar. Eso Krim no lo sabía, de hecho nadie lo sabía. Los espías de Krim rastreaban la galaxia constantemente siempre en busca de amenazas y demás y un día en el planeta Krompit encontraron una nave...un destructor medio destruido. Lo reconocieron al instante. Era el Destructor que había destruido el Crucero Imperial! investigaron y mandaron informes a Krim, quien alarmado pidió un seguimiento exhaustivo de esa nave, de como había podido llegar ahí si esa nave se había mandado dirección al sol. Pronto descubrieron que esa pequeña flota que había escapado había vuelto y había rescatado al destructor. Krim ordeno discreción, que esto no se supiera...pero algo fue mal, esos oficiales se plantaron en Vicente Rojo. Vestían trajes con insignias del imperio Zolteca, y eso les permitió llegar al palacio sin problemas. Entonces se dirigieron al despacho de Atril y entraron por la fuerza pues un guardia les impidió el paso.
-Atril: pero qué? GUARDIAS!!
-Oficial: (llevaba un casco que le distorsionaba la voz) Tranquilízate Atril...soy yo! (Se quito el casco y mostro su rostro demacrado a Atril.
-Atril: No puede ser...tu....vi la nave estallar! (Entre sollozos y se lanza a abrazarlo) Kisame...que ha pasado, donde has estado y quién te ha dejado así! yo...por dios Kisame dime porque no has vuelto antes!
-Kisame: Hay mucho que contar Atril...pero no aquí (Se pone el casco de nuevo) Tenemos que irnos, aquí corremos peligro. Sígueme
Mientras ocurría esto, Krim era advertido de esa intrusión en su palacio y ordenaba mandar a la guardia imperial.
Atril consiguió sacar a los oficiales y a Kisame del palacio haciéndolos pasar por distinguidos oficiales a las ordenes de Krim.
Una vez fuera volaron hacia Krompit. Una vez ahí Atril vio un planta desierto, sin agua, sin nada...
Atril: Que está pasando Kisame...he huido de nuestro planeta como una fugitiva y he ayudado a estos oficiales que van contigo y que por lo que he oído son los mismos que atacaron nuestra flota...que ocurre aquí?
Kisame: Veras Atril...yo estoy enfermo, estoy muerto ya. Y cuando yo era el emperador yo era el imperio Zolteca. si yo estaba bien nuestro imperio estaba bien pero si yo estaba mal mi imperio sufría. Por aquel entonces yo era la persona más feliz de este universo...lo tenía todo. Pero...todo cuanto un hombre desea...lo que yo deseaba...lo perdí. LO PERDI...para siempre. Y empecé a decaer...Krim lo noto y pidió que me retirara, que lo dejara. Krim desea lo mejor para nuestro pueblo y sabia que si yo seguía siendo emperador, nuestro pueblo acabaría desapareciendo...LO SABIA y por eso...hizo eso.
Yo me negué, quería intentar seguir con mi vida, aun habiendo perdido lo que mas quería...pero no podía...llegue a un punto en el que sufría demasiado y entonces me encerré en mi despacho con llave, me fui al baño y me intente suicidar. No me mires así, un hombre desesperado hace cualquier cosa para dejar de sufrir...Krim fue quien me encontró. Me salvo y pidió que nadie se enterara...pero cuando le dije que seguiría con mi puesto, estallo en cólera. Decía que yo iba a acabar con nuestro pueblo, que no lo permitiría...que quería demasiado a nuestro pueblo....más que a mí.
Entonces, yo fui elegido embajador en la alianza y luego empezó la rebelión de la población...y ... Krim organizo esa revuelta. Krim organizo esa flota que nos estaba esperando cerca Prieto. Contrato unos mercenarios bajo el nombre en clave de Timmy. Solo tú y mis generales de confianza sabían que yo iría en el crucero imperial...y Krim era mi mejor general. Unos pocos oficiales honrados hicieron prisioneros en unos cuantos cazadores y el oficial de más rango les conto lo que había pasado...ellos habían oído alguna vez que yo solía ir en mi crucero imperial...entonces me mandaron un mensaje, salí a tiempo de la nave y me recogieron, por miedo a que quien había organizado eso, ese tal Timmy apareciera y me rematara...más tarde mis espías me quitaron las dudas acerca Krim.
Ha pasado mucho tiempo...y yo sigo mal, muy mal...pero deseo volver a mi hogar, ocupar el sitio que me corresponde pero...Quién sabe si al volver condenare mi pueblo...
Atril se quedo muda...estaba asustada y confusa...y lo único que pudo balbucear fue...
Atril: Que...que fue lo que perdiste?
Kisame: El amor de una mujer. Perdí a quien más yo amaba...Krim y yo somos dos cara de una misma moneda, atril. Yo solía ser la cara visible...pero al desmoronarme...Krim vio la necesidad -y yo la veía también- de hacerme desaparecer si queríamos sobrevivir.
Y lo intento...pero no te puedes eliminar a ti mismo ni tampoco lo que sientes...porque yo aun sufro...y sé que Krim sufre también, porque yo sufro.
Krim: Una bonita historia...hermano.
Atril: Krim! que haces aquí?!
Krim: os seguí, sabía que tu ayudarías a mi hermano a salir del palacio.
Kisame, sabes que hice todo aquello por el bien del pueblo..y por el bien del pueblo no debes volver!
Kisame: lo se...pero no puedes eliminarme! soy parte de ti
Krim: Entonces...lo terminaremos con un duelo. Mi bandera será la de la vida, cual será la tuya?
Kisame: la mía...será la bandera del amor y de la muerte, porque yo amo y muero a la vez.
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Quinta Crónica
Hacia muy buen día. El ánimo se escampaba con el viento tras la noticia de la construcción de un arma definitiva que defendería el imperio. Aunque su primera actuación había resultado de poco calibre y el primer intento de probar su poder hubiera fallado, el imperio entero estaba en éxtasis por ese gran avance. En la capital se habían decretado una semana festiva con ferias y demás espectáculos.
Krim salió de su vehículo y miro al cielo. Estaba en una calle del casco antiguo de la ciudad, no había nadie, todo el mundo estaba en las ferias. Se dirigió a un portal y se quedo observando...dudando. Atril bajo del mismo vehículo, estaba esplendida como siempre. Se acerco a Krim y lo abrazo por la espalda.
-Atril: Vamos Krim...Ha llegado la hora.
-Krim: Lo sé, amor mío, pero...dudo de su fortaleza.
-Atril (cortándole secamente) El es fuerte y lo sabes, deja que sea el tiempo quien le juzgue.
-Krim: comprendo...
Los dos llamaron a la puerta y esta se abrió al instante. Entraron y avanzaron por un pasadizo estrecho, frio y húmedo. Parecía como si la luz del día huyera de ese lugar...
Subieron unas escaleras y llegaron ante una puerta antigua, hecha de madera. Krim le dio un empujón y se abrió, con un crujido de lo mas escalofriante.
"¿Quien anda ahí?"-Se oye tras haber abierto la puerta.
-Atril: Estas bien? Soy Atril...
-Krim(a Atril en voz baja): Déjame a mí, no vengas.
Krim atravesó la puerta y vio un pasadizo más oscuro y lo que parecía un televisor encendido al fondo. Fue entonces cuando lo encontró. tumbado en el sofá, rodeado de botellas vacías de tequila y whisky, estaba Kisame, su hermano.
-Kisame: Por fin te has dignado a visitarme, hermanito. (su voz demostraba su embriaguez)
-Krim: Que demonios? Has perdido el juicio o qué? (observa las botellas) Veo que has montado una fiesta tu solito....es igual. He venido a llevarte conmigo. (Se gira y grita) Atril, será mejor que no vengas, no quiero que veas a mi hermano en este estado tan...deplorable.
Kisame: Que gran hombre eres, aunque después intentes matarme, ahora me vienes de caballero...que gentil, no crees?
Krim: Venia a darte otra oportunidad pero veo que has enloquecido...adiós.
Y se fue. Atril, por su parte se quedo hablando con Kisame y lo convenció para que compareciera en palacio para que por lo menos escuchara lo que Krim tenía que decirle.
Kisame llego a palacio vestido con los trapos que llevaba desde hacía semanas, su barba espesa demostraba su rebeldía y sus ojos negros estaban negados de oscuridad...cual águila abatida pero que aun se defiende con las garras y su pico.
Krim: Si te has dignado a venir, hermano (dijo con un tono más bien irónico). Creía que te quedarías en tu pozo de inmundicia.
Kisame: Y darte el gusto de verme humillado? No hermanito, no te daré el placer. Y bien? Querías algo de mí?
Krim observa a Atril, esta le hace que si con la cabeza.
Krim: Creemos...Creo que deberías volver al alto mando de este imperio. Atril cree...que trabajaremos mejor juntos.
Kisame: Que ocurre? la has cagado y ahora buscas n cabeza de turco o algo por el estilo?
Krim: Cree lo que quieras, aceptas o no?
Kisame: Que cargo ostentaría?
Krim: Tu y yo...compartiríamos los poderes por igual...como antaño.
Kisame mira a Atril que le sonríe afablemente...
...
Kisame: Acepto, hermano! Da la nueva al imperio...KISAME HA VUELTO!
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Sexta Crónica
Ahora que ambos volvían a estar en el poder, Krim se dedico de nuevo plenamente en mejorar y ampliar el armamento imperial, incluso había aumentado en dos el número de estrellas.
Por su parte, Kisame revisaba la parte económica, mejorando minas, construyendo infraestructuras y vigilando de cerca el trabajo de los científicos que andaban tras una nueva fusión de metales, superior al N14.
Pero las sospechas de Krim acerca su hermano pronto afloraron de nuevo. Kisame se pasaba largas horas meditando solo encerrado en su despacho en Prieto, la capital Científica. Y aunque ahora trabajara para el imperio con mas fervor que nunca, cada vez se cuidaba menos a sí mismo.
Krim tenía fama de ser una persona fría y calculadora como el hielo, pero Atril había conseguido derretir ese Krim poco a poco, con amor. Y los primeros sentimientos que tuvo hacia su hermano en esos momentos fueron de lastima pero también de preocupación. Krim se dio cuenta de su humanización y decidió esconderla para mantener su prestigio. Aumento el rendimiento exigiéndose más a sí mismo y a sus súbditos. El imperio cada vez veía mejores días, días de esplendor que igualaban a los de la antigüedad. Pero Kisame...se hundía cada vez mas y mas, como desapareciendo en una oscuridad ficticia.
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Séptima Crónica
PARTE I
Krim coordinaba los últimos preparativos y los últimos cargamentos de combustible llegaban a Vicente Rojo. Entonces se dio cuenta que Kisame no había llegado.
Kisame se había instalado en las lejanas colonias de Prieto y coordinaba los proyectos de investigación desde allí. Gracias a el había sido posible crear un portal interestelar entre las lunas del imperio; el salto cuántico. Pero Kisame no estaba bien, se le veía enfermo aunque los médicos no le encontraban nada. Algunos decían que había sido a causa de un ataque que había sufrido cerca Prieto por unos piratas pero no se sabe mucho de aquel encontronazo puesto que hubo mucho secretismo. Así pues, Kisame se fue consumiendo poco a poco sin que nadie pudiera evitarlo.
En las últimas semanas, Krim había preparado un asalto a gran escala que requería toda la flota del imperio y por eso estaba reuniendo todos los recursos y naves en la fortaleza de Vicente Rojo. Pero Krim sabía que Kisame era fundamental para mantener la moral en la batalla que se avecinaba. Así que cuando vio que Kisame no había venido con el convoy de Prieto se preocupó.
El plan era muy ambicioso: coger la flota enemiga cuando parara en un planeta cercano para repostar. Tenían que ser precisos y llegar justo en el momento, ni antes ni después. Pero Kisame había desaparecido y Krim veía pasar las horas sin saber qué hacer. Llego la hora del ataque pero las naves no salieron.
Los generales iban y venían desesperados. Decían que no se podía esperar más, que Kisame ya no vendría y que no era importante. Pero Krim ya no era el frio y calculador general que había sido y decidió esperar. Atril y sobretodo su hermano Kisame habían influenciado demasiado en Krim, y los demás generales lo sabían y se rumoreaba que si Krim no solucionaba todo esto, ellos lo harían.
Pero entonces, con la tensión que había en la sala de operaciones, un radar colocado en la luna del planeta Miaja detectó una anomalía en el salto cuántico. una transferencia no autorizada estaba cruzando el portal y había usado los códigos del imperio. Cuando la sonda de seguridad activo la cámara de seguridad, todos los presentes, incluso Krim, quedaron asombrados. Unas naves jamás vistas acababan de aparecer...¡¡¡y llevaban insignias Zolteca!!!
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PARTE II
Transmisión entrante en proceso
Decodificando...
...
...
...Decodificación completa!
Kisame: Siento llegar tarde hermanito, el hangar de Prieto es muy lento.
Krim: Kisame? pero qué diablos???!! Que son esas naves?
Kisame: Te lo contare todo pero, no tenias un ataque que realizar?
Krim: es tarde, las naves ya deben haber llegado y no podremos cogerlas...
Kisame: Mi hermanito tiene miedo de arriesgarse? confía en mi, saldrá bien, ven a mi nave insignia y te presentare mis escusas mientras viajamos.
Krim ordeno la movilización del ejercito y atacó al enemigo. Mientras, Kisame conto a Krim que en el ataque que había recibido, unas naves muy extrañas aparecieron pero por suerte Kisame no salía sin su escolta y un par de destructores aparecieron de la nada haciendo huir a los agresores y consiguió destruir los motores de una de esas naves. La estudiaron durante días y se dieron cuenta de los avances tecnológicos que suponía, un nuevo tipo de armamento, unos láseres mas potentes y unos misiles de protones realmente temibles. La nave era muy rápida aunque su fuego quizá no era tan potente como el de una nave de batalla, si que tenía el potencial suficiente como para destruir algunas de ellas sin sufrir muchos daños, en parte gracias a su tamaño pequeño y su velocidad. Kisame dijo que después de estudiarlas intento producirlas y al final salió el prototipo en que ahora viajaban: el acorazado!. Estaban produciendo estas naves cuando Krim ordeno el repliegue y esperaron a que se terminara de producir el primer conjunto de 35 acorazados.
Entonces llegaron al planeta enemigo. Las flotas enemigas no habían recibido ninguna comunicación que iban a ser atacadas y las cogimos por sorpresa. Fue una matanza, aunque perdimos muchas naves pequeñas, las naves con poder de fuego no se vieron muy afectadas y la victoria fue total. Cuando termino la batalla, Krim ordeno recoger los restos de todas las naves amigas y enemigas. Luego pidió un cálculo exacto de beneficios del ataque reciclando todo lo que se pudiera y saqueando el planeta. Por su parte, Kisame pidió el recuento de bajas...3500 muertos en total. Se apeno muchísimo y pidió a Krim que ordenara un funeral digno para tan valientes hombres. Y así, entre los sollozos de Kisame y las alegrías de los generales, Krim se veía separado por dos mundos....dos mundos que convergían en el.
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PARTE III
Al volver a Vicente Rojo, días después del ataque, Kisame seguía triste y Krim no sabía qué hacer. Fueron pasando los días, el imperio prosperó pero al mismo tiempo, una sombra se posaba sobre el mismo.
Krim pidió a Kisame que siguiera sus investigaciones en Vicente Rojo para tenerlo más cerca. Atril confesó que no sabía que mas hacer para animarlo, que no era solo por el ataque, era por todo, su pasado se lo quería llevar de nuevo y Atril estaba desesperada.
De este modo, en el medio día del imperio Zolteca, el sol brillaba en lo alto pero no iluminaba a Kisame de ningún modo. Pero las cosas se complicaron, Vicente Rojo era uno de los planetas con mas satélites de todo el universo y eso era un reclamo para los principales saqueadores del universo. Krim sabía perfectamente que al conseguir logros importantes también era darse a conocer al universo y a estos saqueadores. Así que Krim tenia tres batallas por batallar:
-Ayudar a su hermano, aunque no sabía cómo.
-mantenerse alerta frente a los imperios enemigos que estarían pendientes de cualquier error por parte de él.
- evitar que sus generales se sublevasen contra él a causa de la fuerte influencia de Kisame.
De hecho, Krim poco a poco se fue pareciendo más a su hermano, sin dejar de ser racional, pero dando paso a pensamientos menos utilitaristas y mas deontológicos. De hecho, gran parte de los beneficios del ataque fue a parar en investigaciones y minas en lugar de construir flota y mas flota. Al cabo de unos meses pero, Kisame había empeorado de forma drástica, ya no salía de casa, un cansancio constante le absorbía inexorablemente sus energías y la vida misma. Los médicos decían que había perdido las ganas de vivir pero confesó casi llorando que se sentía feliz de haber abierto los ojos a su hermano, que cuando el desapareciera, su espíritu quedaría dentro de Krim, para siempre, latente en su alma.
Kisame no lucho, y a los pocos días, entre la conmoción de todo el imperio y sus aliados y amigos expiró. Murió en su cama con sus familiares más cercanos a su lado, así como amigos que habían venido desde muy lejos para visitarle.
Pero aun así, Kisame nunca dijo quien fue la mujer que había amado y que por ella había muerto...
Y yo, Krim, Emperador del Imperio Zolteca, he mandado escribir este relato para que sepáis la historia de mi hermano, el mayor de todos los emperadores Zolteca y una magnifica persona. Me gustaría que todos asistierais al funeral que se celebrara en los próximos ciclos y me gustaría que fuera Lerdilla, un draconiano, quien organizara el funeral junto con Nayuna y Manu, los padres de Dkidanai, y se lo pido a Lordwill no solo por la amistad que existe entre nosotros, sino también para demostrar que mi hermano, con su buena fe y su carisma, incluso consiguió la amistad de aquellos quienes antes eran nuestros más peores enemigos. una vez oí *no diré "no lloréis", pues no todas las lagrimas son amargas*
Into the west
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Este documento fue hallado hace poco pero fue escrito poco después de la muerte de Kisame
Octava Crónica
Krim y Atril estaban hablando en el palacio de Vicente Rojo...
-Atril, ¿que debo hacer? Mis generales me van a matar, y después... ¿que será del imperio?
-No te preocupes, amor mío. Hoy descansa, seguro que el pueblo te salvará, ¡eres Krim, el Heraldo de Vicente Rojo, hermano de Kisame, el guerrero apaciguado! No puedes terminar así. El ataque que me comentaste seguro que te hará recuperar el prestigio entre tus generales.
-Espero que tengas razón,… Además, por si fuera poco, también he perdido prestigio y poder en la alianza, ya no se me obedece como antaño… cualquiera podría sublevarse y no estoy seguro de si sería capaz de frenarlos. En otra época habría sido fácil pero el draconiano me pidió que no actuara así… Voy a la sala de control a supervisar el ataque.
Krim se acerco a los controladores de flotas…les había pedido que abortaran la misión al menor indicio de movimiento en esa luna pero faltaba un minuto para que llegaran las naves y parecía que todo estaba tranquilo. Los expertos aconsejaron a Krim que atacara, que quizás no habían sido detectados aun y podrías atacar con el factor sorpresa e irse antes de que sonaran las alarmas…
Cuando las naves llegaron, la luna estaba desierta, unos cargadores y otras naves de carga hacían su trabajo y parecía que les tomaban por sorpresa. Y entonces empezó la batalla: las naves de Krim se acercaron a la luna pero desde la zona oscura de la misma empezaron a aparecer naves de guerra…era una emboscada! Una gran flota apareció en la retaguardia de la flota de Krim…fue una masacre. No se salvo ninguna nave. Krim observaba con horror los reportes de batalla que le iban llegando. Comprendía por momentos que ese era su fin. Los generales ahora tendrían la excusa perfecta para actuar. El pueblo solo vería su error olvidando todas las demás victorias y hazañas. Así que decidió preparar la marcha, habló con Atril para que le sustituyera mientras él contactaba con cualquiera que quisiera ayudarle y subió al destructor Imperial para ir hasta las colonias científicas de Prieto. Desde allí contactó con Spike.
Spike había sido el archirrival de Kisame y después lo fue de Krim, pero Atril lo había conocido en uno de sus viajes y había visto que tenía buen corazón. También Atril, por su lado, contactó con Nayuna y con Manulicu, de gran renombre en todo el universo, explicándoles la situación de su marido y pidiéndoles apoyo político.
Mientras, en una conferencia secreta, Krim acordaba con Spike apoyo militar en caso de necesidad así como asilo político si las cosas se torcían. A cambio Spike ocuparía el cargo de Krim, al menos hasta que se solucionaran todos los conflictos internos en el Imperio Zolteca.
Cuando Krim volvió a Vicente Rojo a bordo de su destructor, las defensas del planeta abrieron fuego sobre él. Aunque los escudos del destructor aguantaron la primera andanada, Krim sabia que la próxima seria letal así que ordeno la evacuación de la nave mientras pedía a gritos el alto el fuego. Pero los cañones plasma dispararon contra el destructor dañándolo gravemente. Segundos después de que se terminara de evacuar la nave con las últimas balizas, el destructor explotó a causa de un segundo impacto de los disparos de los cañones plasma y gauss del planeta. Krim consiguió llegar a Miaja desde donde contactó con los generales sublevados y llegó a un acuerdo: Krim volvería a Vicente Rojo y nombraría a su mejor General Emperador del imperio. Pero Spike llegó a tiempo y atacó por sorpresa Vicente Rojo. Con la ayuda de los leales a Krim desactivaron las defensas y entonces empezó una batalla a nivel mundial donde se impusieron los leales a Krim junto con las tropas de Spike bajo el lema: “Krim y Kisame, los dos hermanos”.
Pero Krim perdió la esperanza de poder recuperar el prestigio y la fuerza del imperio. Atril no paraba de llorar porque veía ahora en Krim, los ojos que una vez la asustaron de Kisame.
Pero Krim era fuerte en su interior, le había prometido a su hermano que vería días nuevos en el imperio y prometió que a la larga, el imperio seria reconocido por los más poderosos imperios del universo.
Entonces, Krim ordenó que Spike se convirtiera en Canciller Supremo mientras él estaba fuera, dejando a Atril como Emperatriz del Imperio Zolteca. Spike le dijo que no le dejara solo, que se quedara para aconsejarlo y ayudarle, pero Krim le dijo que si quería salvar a la alianza, tenía que usar la fuerza y la violencia, pero que entonces sería odiado, como le había ocurrido a él. Así que no le dio ningún consejo y partió a bordo de un crucero, quizá haciendo honor a su hermano…hacia un destino desconocido.
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Novena Crónica
Muchos años habían transcurrido desde aquel fatídico día en el que Krim perdió toda su flota y casi pierde el control de su imperio. Las cosas habían cambiado mucho desde entonces puesto que ahora Krim era más ambicioso, más confiado y sobretodo...mas humano. Supo reparar su error construyendo una flota más grande aun, y saqueando los enemigos que una vez les hicieron temblar de temor. Cada día que pasaba la gloria del imperio se hacía mayor. Por aquel entonces Krim y Atril habían tenido un hijo, al que habían llamado Kisame en honor al hermano del Emperador. Había crecido mucho y se parecía a su padre. Siguieron pasando los años y Kisame se hizo mayor, al igual que Krim, que aun tener ya 63 años seguía igual de cuerdo, pero con mas tozudez, aunque con mejor corazón. La vida le había enseñado tantas cosas...Kisame por su parte, aunque de físico seguía pareciéndose a su padre, gracias a las enseñanzas de Atril, en verdad era como su tío, Kisame, soñaba con volar lejos, crear su propio mundo y desde allí, prosperar y ayudar al imperio de su padre en caso de necesidad, sería una colonia pacifica, aunque con flota para defenderse, investigaría nuevas tecnologías y se convertiría en alguien importante. Pero su padre decía que él era quien tenía que sucederle en el trono algún día, y le enseñaba tácticas militares y ataques relámpago y proporciones que hicieron entre él y su hermano.
Entonces llego el ratifico día...
Krim y su hijo Kisame están en el palacio, en la sala de mandos, solos. Todo el mundo se había ido, porque algo espantoso estaba a punto de suceder. El emperador y su hijo se habían quedado para organizar la resistencia...
-Krim: Evacuad las ciudades, proteged los refugios, que todo el mundo se ponga a salvo!!! Enviad mas...
-Kisame: Te lo dije, te dije que esto iba a ocurrir, lo sabía....
-Krim: más hombres en el monte Kraur, desactivad la electricidad de las defensas, así evitaremos...
-Kisame: lo sabía, esto es un infierno, como en la biblia de aquella religión que encontramos en 3:324:15, que decía que el juicio final sería una lluvia de fuego, es horrible...
-Krim: Potenciad las cúpulas, disponeos para recibir el impacto, enviad sondas, naves pequeñas sin tripulación para que no impacten en el planeta, cualquier cosa! (radio) Son demasiados, mi lord Krim...(Krim) Mierda, preparad los misiles balísticos, cuantos dispongamos...
Kisame: Ya esta aquí!
Krim: FUEGO!!!!
Tres días antes...
Krim: hoy tenemos una buena presa, comandantes, pero el objetivo es fuerte. Además, estoy enterado que nuestro enemigo es un TRIADA así que tened cuidado. Si salimos victoriosos, habremos hecho nuestra mejor razia en mucho tiempo. Recordad que el elemento sorpresa es básico para esta empresa. Suerte caballeros.
Los comandantes salen de la sala y Krim se queda mirando la ventana, con una sonrisa en la cara. Entra su hijo y su mujer, Kisame y atril.
Kisame: Padre, estás seguro? Nos ganaremos un peligroso enemigo si atacas a TRIADA. Son demasiado orgullosos, demasiado problemáticos!
Atril: Es verdad, cariño, detén el ataque, ya encontraras otro al que atacar.
Krim: Acaso no habéis aprendido nada? Aunque sea Triada, eso no le convierte en intocable. Además, si contraataca, opondremos resistencia, como siempre hemos hecho. Nuestra flota es la mejor que hemos tenido nunca, y las defensas del imperio resistirán a cualquier invasor.
Kisame: Padre, no...
Krim: Esta decidido.
(El ataque se realizo con un éxito rotundo, se consiguieron grandes beneficios. El día siguiente Krim organizo nuevos ataques a otros planetas cercanos. De menos importancia que los TRIADA pero con igual rentabilidad. Por la noche, Krim paso ordenando informes y redistribuyendo los recursos que había conseguido. Ya de madrugada, en el despacho del palacio imperial...)
Kisame: Hola padre, quizás tenias razón, no ha habido respuesta desde TRIADA y...
Krim: Si la ha habido, han atacado nuestras colonias más lejanas hace una hora, pero lo que de verdad me preocupa es que nuestro enemigo, al que atacamos, el Dr. SOS, ha estado reuniendo recursos. Veras, cuando me dijisteis eso, pensé que había una posibilidad que tuvierais razón, así que le he estado siguiendo la pista. Su flota se ha ido a la sexta galaxia, eso lo entiendo, pero aun así, esta almacenando recursos en todos sus planetas de esta galaxia, y me preocupa porque si quisiera construir algo, los habría reunido no distribuido. Además..
(Un soldado entra rápidamente, y lee un mensaje urgente)
-Soldado: Mensaje urgente de los espías, el enemigo está construyendo misiles señor, creemos que tiene intención de atacar, y de inmediato!.
Krim: Que????
(Otro soldado entra, también torpemente y se pone a gritar, como si estuviera muy asustado):
-Soldado2: Señor! Es de extrema necesidad que vaya al puesto de mando, es horrible, es horrible, miles....señor miles de misiles se acercan a nuestro planeta! Hay que huir!!!
Krim: Santa madre de dios, Kisame, sígueme!
Los dos corren hacia el puesto de mando, y ahí les muestran como el radar detecta más de 800.000 misiles lanzados desde los silos del Dr. SOS
Krim ordena que todos se vayan de ahí, que se preparen las defensas, que evacuen las ciudades, calcula la trayectoria y observa desolado que caerán por todo el planeta, indiscriminadamente. Ordena a un soldado que vaya a buscar a Atril y la lleve a lugar seguro. Entonces coge un micrófono, da la alarma y empieza a dar ordenes...Kisame estaba atónito, asustado y paralizado. No sabía qué hacer, en unos instantes el mundo parecía un caos infernal...
-Krim: Evacuad las ciudades, proteged los refugios, que todo el mundo se ponga a salvo!!! Enviad mas...
-Kisame: Te lo dije, te dije que esto iba a ocurrir, lo sabía....
-Krim: más hombres en el monte Kraur, desactivad la electricidad de las defensas, así evitaremos...
-Kisame: lo sabía, esto es un infierno, como en la biblia de aquella religión que encontramos en 3:324:15, que decía que el juicio final sería una lluvia de fuego, es horrible...
-Krim: perder las defensas en caso de impacto. Potenciad las cúpulas, disponeos para recibir el impacto, enviad sondas, naves pequeñas sin tripulación para que no impacten en el planeta, cualquier cosa! (radio) Son demasiados, mi lord Krim...(Krim) Mierda, preparad los misiles balísticos, cuantos dispongamos...apunten...
Kisame: Ya esta aquí!
Krim: FUEGO!!!!
El panorama era desolador. Krim y su hijo caminaban por las ruinas de lo que un día fue su hogar, su capital y la joya del planeta. Ahora era un amasijo de ruinas grises que se iluminaban con el sol que aparecía en ese mismo instante. Aun no habían dado la orden de que la gente saliera de su refugio así que estaban solos...la lluvia de fuego había cesado, pero comprendieron que eso solo era el principio...
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Décima Crónica
[... Continuará]
